martes, 1 de junio de 2010

Desprendimientos oníricos IV

La escena se desarrolla en un jardín
donde los muertos beben el té de la tarde
las veinticuatro horas del día
todos los días.
Su espectáculo soy yo.
Yo con mi vestido rosa.
Alguien me pisa el ruedo por detrás
y los muertos ríen
con risa aristocrática, sus tacitas en la mano, el meñique en el aire
y sus capelinas.
Los muertos ríen
y por más veces que les repitan la película
siguen riendo.