sábado, 30 de enero de 2010

tres poseídas en una nota

I

El amor no me deja ver el bosque,
la belleza no me deja escuchar.
El silencio se rompe la garganta gritando como en una pesadilla.
Bajo mi alma
hay una sombra que envuelve un regalo.
Parece que fue ayer:
la apariencia sonreía y saludaba
como si hubiera salido reina de una fiesta de pueblo.



II

Vuelco mi sangre en el fondo del amor.
El filo del silencio casi es una palabra.
Camino como caminan las preguntas que no tienen respuesta.
Soy la canción en la noche sin cuna.



III
Mi alma es un pescado.

/

Tres de la mañana
Va a amanecer el resto de la noche
una y otra vez
hasta la oscuridad del día
Las puertas se humedecen
Caen las horas
caen los estremecimientos
cae lo que imagino
y yo no tengo nada

Mi frustración son pesados pájaros muertos
lloviendo sobre mí

ruido a golpes en el suelo

¿Por qué sufro?
¿Por qué no aprendo?
¿Quién deshabita mi corazón?

En mi silencio ahogué a todos los peces

Quiero olvidarte

II

Las apariencias brillan. Las apariencias tienen botitas nuevas en invierno. Fotos con sonrisas. Vestidos con vuelitos. Dibujos con brillantina. Jardincitos. Conejitos blancos de ojos rojos.

I

Ella cuida al olvido como mantener un jardín: un rato cada día se dedica a arrancar las malas hierbas, pasa el rastrillito, riega las plantas con el agua más transparente posible, saluda a las vecinas de escoba, y se va, con los zapatitos blancos sucios de tierra.

091009

ese dolor exquisito venido como un perfume del fondo de ayer
ese dolor es peor que todo lo que le puede ocurrir al alma
mezcla la música con una cuchara de madera y llega la fiebre
el frío
el ruido
el monstruo se retuerce en ese líquido hirviente
se hunde y resurge desfigurado
calor helado
el silencio habla con la ausencia y no puedo escucharlos
las horas caóticas de esta primavera se derrumban
aplastan las flores del jardín
huyo como en un sueño en el que es imposible mover las piernas
el encantador de serpientes viene con el viento de esos sueños
por él se abren las amapolas de mi sangre y yo las azoto para recobrarlas a la realidad
yo escribo contra él con un cuchillo en el aire
las aves y las ratas abandonan la ciudad
es la peste
el vértigo
el inefable
un viaje de invierno
el cuchillo
la mancha congelada
¿alguien adivina la palabra?
yo no la voy a decir
hay palabras malditas que ya no nombro
habíamos hablado como se hablan los árboles
mientras tanto la mentira corre peligro
la negra perra otra vez me está buscando
cómo pedirte que me ocultes?
cómo pedirte algo?
cómo hablarte?
la negra perra me pisa los talones
respira al lado de mi cama
me tiene de nuevo sabe que me tiene
a veces solía juntar el poco valor que encontraba y partía caminando en cualquier dirección
pero, sin darme cuenta a veces, siempre volvía al mismo sitio de este laberinto
caminar en círculos
dentro de muros
por qué otra vez lo mismo?
qué es lo que quiero?
qué es lo que busco cavando este pozo?
me quedé mucho tiempo quieta aquí hasta que se hizo silencio
y entonces salí
creía haber juntado más valor que nunca
mis deseos eran un jardín demasiado verde con magentas y tornasoles
ahora mis brazos y mis manos se quieren meter dentro mío como si fuera morir
como dormir
en la garganta tengo una pájaro con la garganta prohibida
todo en mí quiere morir hacia adentro
doblarse como un papel que acaba por desaparecer en la mano de un mago
soles negros
tiempo que cae o vuela como arena muerta

restos

mi memoria respira
el humo de las inocencias quemadas
se abren las amapolas de mi sangre
escribo
con un cuchillo en el aire
contra la vida





Esta es la sensación del amor abundante
desbordan
brotan peces de mis pensamientos
de mis manos
de todo el cuerpo
tengo un pez en la boca
las palabras se ahogan
se las lleva el agua que desborda
las palabras ya no pueden matar ninguna cosa





Las manos se me derrumban
parada con mi paraguas roto con elefantitos celestes
en la esquina donde me hice invisible
el vestido pesado de tanta lluvia
los pies en el fondo
hace años hace muertes hace siembras
que estoy aquí
parada bajo el cartel de la línea catorce





del olvido bajo la tierra
brotan esas flores rotas
rojas
de porcelana
el viento hace canciones con su piel
atrás del jardín
la hamaca se mueve
desaparecí




la película transcurrió bajo la lluvia
se me rompen los huesos en silencio
se quedó toda el agua adentro mío
se deshizo el papel
mis ojos fueron por un rato
barcos que desaparecían



el amor no estaba aquí
ni allá
el amor está en las escenas pintadas en los pocillos de porcelana china





Sobre tu rostro
mis manos se abrían como flores de seda
que nunca viste
y yo puedo mirarte con estos ojos muertos





ese dolor indolente
resquebraja los gestos
mutila las palabras
el suelo se lo devora y se reproduce sobre las piedras





en el fondo de esta canción muda
piazzola se alarga como las visiones de la fiebre
están ávidos los embudos de sombra





olvido uno
olvido dos
olvido tres
olvido cuatro

(number nine)

Mi memoria está respirando.
Gotea sobre la noche.
La seda roza el silencio.

Ritmos.
Fabricaciones del insomnio.

......

La escena se derrumba el hombre que limpia
Se lleva a su casa los pájaros de papel barrilete
Me fui del lugar por una calle en un sueño
Vivo en un intervalo entre tus ojos y la hora que sigue
Con el pensamiento caído, silencio en el pensamiento
No hay vértigo no hay cuchillos hay miedo acostumbrado
Todo lo que veo está solo.
Cuando llegue a mi casa las tazas estarán manchadas de té
No tendré un pasaje de ida a Congo
Tendré que cerrar la puerta apagar la luz

teléfono

horas desasosegadas dan vueltas por la noche
el amor es un vaho espeso
un olor a dulce cadáver

el amor sabe oler el miedo
como un perro en la calle oscura

.....

las hamacas están quietas.
cómo caen oscilando las nubes...
cómo se muere el vestido nuevo,
de soledad...
cómo se queda callado el mundo...
¿cómo se olvida tu rostro?
Hay algo dentro mío
como un pez muerto.

33

el día es triste como la lluvia en el alma del niño parado bajo el paraguas.

duerme, para olvidar que estás esperando.
duerme, para no ver cruzar el tiempo.

....

Tus ojos imposibles acarician la realidad
Las horas tejen más allá del hastío
Me conformo con ver pasar los sueños como los trenes
A la orilla de la tarde
Tomando el té con la obediencia
Recordándote pero olvidándote
Como una cariátide que no deja de sonreir en la piedra
Acudiendo al pozo todos los días a la misma hora para arrojar la basura
Escrita en papeles de servilletas y boletos de viaje
O en las palmas de las manos
O en las palmas del amor
Agua
Sobre los manteles
Y todos los paragüitas de la infancia se volaron
Hace tiempo
Todos los elefantes celestes de los cuentos
Se despintaron
Agua
Creciente bajo mis sábanas
¿Por qué me deshago en silencio como un papel?

...

la lluvia está rota.
mi vestido se seca.
yo quería hablar de tal manera
que aquello que nombrara no muriese.
yo quería palabras como rostros en el humo.
comí entonces del árbol del silencio
y grité cosas invisibles,
vomité el universo que me había tragado.
ahora,
construído mi circuito circular,
la costumbre me dio esta sonrisa y esta casa.
mi vestido está seco.