la lluvia está rota.
mi vestido se seca.
yo quería hablar de tal manera
que aquello que nombrara no muriese.
yo quería palabras como rostros en el humo.
comí entonces del árbol del silencio
y grité cosas invisibles,
vomité el universo que me había tragado.
ahora,
construído mi circuito circular,
la costumbre me dio esta sonrisa y esta casa.
mi vestido está seco.
sábado, 30 de enero de 2010
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